Cuando examinamos los casos de ÉXITO que destacan en los negocios digitales, encontramos varios patrones comunes:
1.- Crean una propuesta de VALOR diferenciada.
2.- Hacen un desarrollo ÚNICO del proyecto.
3.- Es un modelo ESCALABLE.
4.- Tienen al CLIENTE en el centro del negocio.
5.- Crean PRODUCTOS que la gente quiere.
Un modelo de negocio tiene que encerrar estas propuesta, crearlas y desarrollarlas. Sobre el papel cualquier modelo puede ser eficiente, pero solo si lo pasamos por el filtro del cliente se demuestra su VALIDEZ. Tiene que ser tan grande la propuesta de valor, que el cliente esté dispuesto a PAGAR por ello. El principal escollo que encuentran los modelos de negocio es la búsqueda de rentabilidad. Para el consumidor digital la mayoría de servicios tienen que ser gratuitos. Nuestros esfuerzos se tienen que redoblar, no basta con ser DIFERENTES y ser EXCELENTES. El camino de los negocios online busca la exclusividad, un verdadero tesoro en un mundo con exceso de oferta.
Hoy más que nunca nuestra propuesta de valor tiene que ser ÚNICA. Por supuesto diferente y tiene que ser una fuente del nuevo oro de los negocios: la ATENCIÓN.
Si esto no fuera suficiente, tenemos que buscar ventajas que no se puedan copiar. Marcas propias o servicios únicos que solo nosotros podamos ofrecer. La errores se multiplica en la medida que ponemos en práctica nuestro modelo. ¿Dónde está la dificultad?.
1.- Encontrar propuestas únicas en un mundo sobreofertado.
2.- Que se den las condiciones y el contexto necesario para crear una filosofía de trabajo totalmente distinta. El ecosistema de los negocios digitales es diferente y tenemos que aportar nuestra personalidad al proyecto y que encaje con el negocio.
3.- Encontrar un equipo transversal en conocimiento y generaciones. Solo se consigue el éxito apostado por la creatividad, hibridando el saber aprendido y la experiencia.
4.- Apostar por la nueva Economía colaborativa. Los años de la competencia y del emprendedor único han pasado. Solo cooperando podemos seguir y avanzar al ritmo de la velocidad de los cambios.
5.- Aprender a vivir con el riesgo y desterrar la cultura del fracaso. Innovar es el único camino para ser diferentes. El resto de herramientas están a nuestro alcance. Está en nuestra mano aprovecharlas. El verdadero tesoro es nuestra actitud.
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