La competencia digital es clave para desarrollarse como profesional. Es una oportunidad de crecimiento, primordial en la Economía del conocimiento y el desarrollo de la cultura digital. La formación en competencias digitales tiene que estar presente a lo largo de la vida laboral. Evaluable por las empresas e instituciones que quieren una formación adecuada a las necesidades reales del mercado. Los trabajadores deben tener plenas funcionalidades dentro del entorno digital. A esto se une la incorporación de habilidades relacionadas con la creatividad e innovación, básicas hoy en día en la práctica profesional.
¿Qué competencias son necesarias en el ámbito digital?
– Búsqueda y evaluación de contenidos digitales. La búsqueda de información tiene que incluir una evaluación crítica de los recursos. Internet es un ámbito de información sesgada. Cada vez más se confunde la información con el conocimiento. No se procesa la información, se difunde y se comparte a gran velocidad, provocando la infoxicación de los usuarios.
– Comunicación, colaboración y la gestión la identidad digital. Cada vez tiene más relevancia nuestra presencia en internet. Conocer los medios digitales e interactuar dice mucho de nosotros. Las empresas necesitan gestionar su imagen de marca y buscan profesionales que se comuniquen en línea. La colaboración y el trabajo en equipo es clave en los entornos de trabajo.
– Generar contenidos de calidad en entornos digitales. El aprendizaje de nuevas herramientas digitales que favorezcan generar nuevas ideas y contenidos. Poder distribuir contenidos en distintos canales de comunicación. Buscar nuevos canales que favorezcan la colaboración dentro del ámbito empresarial. El uso de las redes sociales corporativas y la difusión a través de ella. La tecnología se convierte en un aliado de la organización. Tiene que ser un motor de cambio y mejora constante.
– La seguridad y la protección de la información. Entender los riesgos que supone el trabajo en entornos digitales. Mantener comportamientos seguros ante la proliferación de software malicioso. Poner en práctica las normativas en materia de protección de datos. Conocer la política de privacidad y derivados del mal uso de la información.
– Ser un agente de cambio tecnológico. Las empresas buscan soluciones ante los cambios tecnológicos. Ser un agente de transformación, supone identificar los problemas y ser innovador en las soluciones. De nuevo la creatividad tiene consecuencia sobre el aprendizaje colectivo dentro de entornos digitales, provocando el cambio. Un ejemplo de ello es el trabajo en entornos virtuales, que se ha acelerado en este último año. Solo aquellos trabajadores que se adaptan a las herramientas virtuales pueden gestionar los cambios que se producen en las organizaciones. Solo siendo eficientes en contexto digitales la empresa sigue generando valor para los clientes.
Recurso gráfico: rawpixel.com
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